Nuestros aceites de CBD están hechos de plantas de cáñamo orgánicas certificadas cultivadas en Suiza. Los proveedores se seleccionan cuidadosamente y solo se utilizan cultivos producidos de manera sostenible.
El destilado de CBD se produce bajo estándares GMP en Alemania. GMP significa Buenas prácticas de fabricación y se está convirtiendo en el estándar de oro para la producción de productos de cannabis. Esto garantiza que cada lote se verifique y documente minuciosamente hasta el más mínimo detalle.
Nuestros aceites se elaboran utilizando toda la planta, es decir, la raíz, el tallo, las hojas y la flor. El proceso implica la destilación de extracto de CBD de espectro completo para eliminar el THC. El producto resultante es un aceite de CBD de amplio espectro.
El CBD se extrae de las plantas de cáñamo mediante un proceso llamado Extracción con CO2 supercrítico. Esto asegura calidad, pureza y consistencia en la producción. Durante la extracción con CO2 supercrítico, el dióxido de carbono se calienta a una temperatura de 31°C y presurizado a 1071 psi (7.38 bar). Esto se conoce como su estado supercrítico donde se encuentra entre el estado de líquido y gas, por lo que tiene las propiedades de ambos. Esto lo ayuda a apuntar a moléculas específicas cuando se combina con el material de cáñamo en bruto. Estas moléculas se unen al CO2, el CO2 luego se evapora a temperatura ambiente dejando el producto final libre de cualquier residuo.
La destilación es el método utilizado para separar diferentes compuestos utilizando sus correspondientes puntos de ebullición. El aceite de CBD se calienta al vacío hasta que el CBD comienza a evaporarse. Luego subirá y se recogerá en un condensador que formará el destilado.
El destilado resultante tiene un sabor suave y neutro. Combinamos el destilado con un aceite de oliva ecológico para aumentar su biodisponibilidad. Esto significa que el cuerpo puede utilizar más, ya que se absorbe más fácilmente.
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